“El futuro es digital y mientras más se tarden los países en aumentar el acceso y el uso inteligente y masivo de las oportunidades de la economía digital, más retrasarán el aprovechamiento de sus enormes beneficios”, subrayó hoy José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante la presentación del documento Un camino digital para el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe [1], que orienta los trabajos de la Octava Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe [2] que se celebra hasta el viernes 18 en Montevideo, Uruguay.
La publicación afirma que para una transformación digital inclusiva y sostenible es preciso avanzar en cinco líneas de acción que apunten a generar las condiciones habilitantes para una sociedad digital para todos, desarrollar soluciones digitales inclusivas e inteligentes para el bienestar, impulsar la transformación digital productiva y sostenible, establecer una gobernanza adecuada para la era digital, y fortalecer la cooperación e integración digital regional.
“El proceso de transformación digital en el mundo y en la región se ha acelerado muy vertiginosamente como resultado de la pandemia provocada por el COVID-19. Se marcó un punto de inflexión en la intensidad y uso de las soluciones digitales para la realización de actividades económicas y sociales de toda índole. Sin embargo, la pandemia también dejó en evidencia la profundidad de las brechas digitales existentes en los países, que son sinónimo de desigualdad y exclusión”, explicó José Manuel Salazar-Xirinachs durante su presentación.
Recordó que, en su último periodo de sesiones [3], realizado del 26 al 28 de octubre en Buenos Aires, Argentina, la CEPAL planteó la urgencia de avanzar hacia la transformación del modelo de desarrollo en América Latrina y el Caribe centrándose en mejorar la productividad, favorecer la inclusión e impulsar la sostenibilidad.
“Debemos actuar con sentido de urgencia. Hay que hacer esfuerzos extraordinarios para circunstancias extraordinarias. Las tecnologías digitales pueden constituirse en una herramienta poderosa para avanzar en esa dirección”, afirmó y explicó que el documento de la CEPAL presenta una propuesta de hoja de ruta para abordar los desafíos de la era digital, que se articula y complementa con la nueva Agenda digital para América Latina y el Caribe (eLAC 2024) [4], que se discute en Montevideo.
El Secretario Ejecutivo de la CEPAL advirtió que las brechas de conectividad condicionan la inclusión social y subrayó que los hogares no conectados en el quintil de menores ingresos triplica a los del quintil de mayores ingresos.
Precisó que la cantidad de hogares sin conexión y el precio de los dispositivos y los servicios varían notoriamente entre los países de América Latina y el Caribe y destacó la propuesta de canasta básica digital elaborada por la CEPAL, que está compuesta por una computadora portátil, un teléfono inteligente y una tableta, además de los servicios de banda ancha fija y móvil, como alternativa para otorgar una conexión efectiva a los hogares que no pueden acceder a dichos servicios.
“La canasta básica digital tiene por objeto reducir las brechas de acceso y puede utilizarse como herramienta central en una política de subsidios a la demanda para mejorar la conectividad efectiva. El costo asociado a la canasta puede representar un porcentaje significativo del ingreso de los hogares, en particular de los pertenecientes a los quintiles más vulnerables. En algunos casos, alcanza un 44% de los ingresos, lo que refleja la gran dificultad que tendrían los hogares más pobres para acceder a una conectividad adecuada y refuerza la necesidad de apoyar este tipo de iniciativas con subsidios y una correcta colaboración público-privada”, subrayó José Manuel Salazar-Xirinachs.
El documento presentado hoy busca contribuir al debate y la acción para el despliegue y uso de las tecnologías digitales a nivel nacional y regional, con el fin de apoyar procesos de desarrollo inclusivos y sostenibles. Su contenido se organiza en cinco capítulos. En el primero se exponen los principales cambios mundiales impulsados por la digitalización. En el segundo se hace un balance de las condiciones habilitantes asociadas con la infraestructura y las habilidades con las que cuenta la región para promover una transformación digital sostenible e inclusiva. En el tercero se analizan los avances y desafíos en áreas clave para la aceleración de la digitalización, como el sector productivo, el gobierno, la transición verde, el empleo y el mercado laboral y las ciudades inteligentes. En el cuarto se revisa el estado de las agendas digitales en la región, en particular en lo referente a nuevos temas emergentes, y se presentan recomendaciones para mejorar la gobernanza, las alianzas y fortalecer la cooperación regional y el proceso hacia un mercado digital regional. En el quinto y último capítulo se presentan algunas recomendaciones de política, articuladas en cinco líneas de acción, para avanzar en una transformación digital inclusiva y sostenible.
En ese sentido, señala que las posibilidades de delinear nuevos senderos de desarrollo sostenible para los países de América Latina y el Caribe dependerán, en buena medida, de la manera en que las sociedades, los sectores productivos y los Gobiernos adopten las tecnologías digitales.
“Los profundos cambios que está propiciado la transformación digital en los modelos de interacción social, de consumo y de producción exigen, por lo tanto, marcos regulatorios y de formulación de políticas destinados a generar las condiciones adecuadas para que los Gobiernos, los consumidores, los productores y la ciudadanía desarrollen nuevas capacidades, generen valor y se conviertan en participantes activos de la sociedad”, afirma.
Añade que la gobernanza digital debe procurar la construcción de un Estado de bienestar y prosperidad, impulsado por un modelo de consumo y producción inclusivo, competitivo y sostenible, y basado en el uso, la apropiación y el desarrollo de las nuevas tecnologías. Para ello es necesario abordar la inclusión, igualdad, competitividad y productividad, y la sostenibilidad digital.